Descripción
Después de todo el proceso de cultivo llega el momento de guardar tus estupendas flores ya secas. Para que mantengan todas sus propiedades organolépticas de aroma y sabor, deben conservarse en un recipiente adecuado.
Los productos biológicos comienzan a degradarse rápidamente por la acción del O2, CO2, la humedad, la radiación ultravioleta, el polvo, etc. En definitiva, son muchos los agentes contaminantes que pueden provocar, con el tiempo, la degradación sensorial de tu cosecha, provocando pérdida de textura, corrupción de aceites esenciales, pardeamiento, reducción de vitaminas, degradación de aromas, etc.
El uso de las bolsas de aluminio negras termosellables es la solución perfecta que evita todo este deterioro conservando todas las propiedades de tu cosecha por largo tiempo.
El vidrio, reciclar nuestros tarros de cristal herméticos, sería una buena opción, pero los tarros de cristal no protegen de la radiación ultravioleta ni pueden competir en ergonomía de espacio, peso y manejo con la flexibilidad y adaptabilidad de las bolsas de negras de aluminio. Totalmente opacas, efectivas contra la radiación y adaptables a cualquier espacio o rincón para almacenarlas.
Las bolsas de conservación de aluminio termosellables constituyen una forma económica y segura de conservar las propiedades que buscabas en tu cosecha. Están pensadas para que ni la humedad ni el olor escapen de sus paredes. Garantizan una protección de años contra los efectos oxidativos de la corrosión, y la radiación ultravioleta.
Las bolsas sellables son muy fáciles de utilizar. Solo llénalas con tu material dejando espacio suficiente para hacer un doblez en la parte superior. A la línea que resulta se le aplica calor y presión en toda su extensión, (por ejemplo, con una plancha) para que quede sellada.